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AGRADECIMIENTOS
A mis Padres, por brindarme un ambiente que permitiera el desarrollo de mis capacidades, especialmente a mi Madre, cuyo acto de Amor mé permite estar aquí, ahora. A mi papa vanguardista y amoroso, por ser una familia diversa, no exenta de conflictos, donde convivían las distintas visiones de la realidad, que se iban integrando en el amor y las renuncias, a mi mama y sus inquietudes espirituales y por la búsqueda del conocimiento de lo invisible, a mis tías, Inés y Lucía, que me mostraron las emociones y su aceptación, a mis hermanos mayores, Guillermo Cabrera O, Dr. en Física Teórica y Alejandro Cabrera O, Dr. en Física Experimental, con sus inquietudes filosóficas, que disfrutaban haciéndome pensar lo impensable.
A mi amada y profunda hija, Betania Cohen, Psicóloga Clínica de la U de Chile y Primer Dan de Aikido, mi motor para ir más allá, más profundo en mi propio proceso personal.
A mis profesores en la Escuela de Medicina de la Sede Oriente de la Universidad de Chile y a la convicción de algunos, de que era bueno que me titulara de Medico.
A Lola Hoffman, Psiquiatra Jungniana, quien compartió conmigo, desde la generosidad, su visión espiritual del mundo, desde su interpretación dela realidad, compartida por Totila Albert, me enseño acerca de los tres principios fundamentales que conforman la vida, el Principio Paterno, el Principio Materno y el Principio Filial, en los años ochenta me mostro los evangelios gnósticos de Nag Hammadi, traducidos por Helen Caldicott y me presento a Claudio Naranjo., me dijo: estas inscrita en su taller, ahora solo tienes que ir.
A Abraham Freifer, terapeuta gestáltico del IGSA, participante de los grupos de Claudio Naranjo, ingeniero, escultor y vitralista, quien con mucho amor, me guio para ver mi reflejo en el espejo del mundo, a través de la Guestalt.
A Jorge Rojo, 6° Dan del Aikikai de Tokio y Shihan de Akido y Mario Perillán, mis Sensei en el Arte del Aikido, con los que tuve vislumbres de la maravilla de estar viva, en este cuerpo humano y por algunos instantes el gozo de la unidad, la alegría espontanea de estar y el silencio de la mente.
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A la Machi Lucinda de Padre las Casas y al Machi Augusto Aillapan con quienes experimente el mundo onírico de los Machi de la cultura Mapuche, donde supe de las hierbas sagradas, de las plantas de Poder y sus ñgen o dueños que a su vez responden a Chau Ngenechen, el Gran Dueño de todo, del Newen o Ki o Chi o Prana, que permea toda la creación.
A María Quiñelen, lawentuchefe mapuche y maestra sanadora, las palabras que más me resuenan de María, es estando, siendo, sucediendo.
A Tosun Efendi
A Lama Khempo Phuntzok
A todas las personas que se cruzaron en mi camino y que son innumerables, amigos, pacientes, conocidos. Con todos ellos compartí aspectos del viaje y carreteras energéticas. Con algunos compartí más tiempo, con otros más intensidad, pero todos me han mostrado y enseñado algo de mí y del mundo. A los amigos y amigas que me cuidaron en mis periodos más vulnerables.
A los hombres de los que me enamore y a los que ame.
A Fernando Arnello, que me ha escuchado pacientemente y ha lenguajeado conmigo permitiéndome profundizar en algunos conceptos y me ha sugerido algunas ideas para realizar esta presentación.
A Manuel Fernández, Manu, mi maestro de Yoga Himalayo, Hatha Yoga Prana Vidya, sutil y delicado, quien me enseño una nueva forma de respirar y me abrió la puerta a realidades cada vez más sutiles.
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