Ella cierra los ojos y comienza a describirla como un gran vacío, antiguo, triste, oscuro, las facciones de su cara se contraen y relata tener miedo, está asustada, entonces se le pregunta   ¿qué es lo más terrible que te podría pasar aquí y ahora? A lo cual ella contesta, tengo miedo de morirme, se le invita a imaginarse que se está muriendo aquí y ahora y a describirlo.

Me muero, me muero, sollozando, estoy fuera del cuerpo, estoy muy triste por mis hijos, se le insta a continuar la experiencia. Estoy en un lugar oscuro, vacío, estoy asustada, Rocío quédate en esa sensación a pesar del miedo, las facciones de Rocío se relajan y se dulcifican, cuéntame le digo ¿qué pasó?, me dice, es que ahora estoy flotando y la sensación es muy agradable, se le pide ahora, aunque no tengas cuerpo imagina una lucecita en el centro de tu pecho, si, contesta la percibo, se siente bien, es cálida, y se expande fuera de mi por el centro del pecho, uy!!!, que sensación, siento que es amor y que soy una con todo, muy bien le digo, quédate ahí, quédate con esa sensación todo el tiempo que gustes.

Cuando la experiencia ha terminado, conversamos acerca de cómo continuar su proceso, me dice que ha decidido tomarse en serio a sí misma y que ha encontrado su camino espiritual personal, que seguirá la terapia para continuar conociéndose, que se siente capaz de vivir con su marido sin que sus descalificaciones le generen sufrimiento y que siente un tremendo alivio de saber que la salida se encuentra en ella misma.